
Hoy 15 de Junio hace un año que te fuiste. Un año desde que la peor noticia de nuestras vidas
fue comunicada. Como cuesta salir hacia adelante, como cuesta seguir el camino sin tenerte junto a nosotros. Un largo año sin poder verte, ni llamarte. Hoy hace justo un año que fui a tu encuentro en el hospital de Madrid y no me dio tiempo a llegar. Acababa de salir yo del hospital de dar a luz y mis ganas de verte y estar contigo podían más que los puntos y el dolor de mi largo y doloroso parto. Mis ganas de estar allí contigo y de que se produjese un milagro. Pero no, los milagros no existen, porque no existe nadie que tenga el poder de realizarlos.
Existen las casualidades, malas y buenas y a tí te tocó la peor de ellas. A tí y en consecuencia a todos nosotros que tanto te queremos y que tanto deseabamos tu mejoría. En toda mi vida he oído peores palabras que las de que te has tenido que ir. Las palabras de que ya no llego a verte y quedarme a medio camino, querido cuñado. Me quedé a mitad de camini de verte pero pienso o quiero pensar que eso pueda tener como sentido que en esta vida puedo estar a mitad de camino de volverte a ver y estar contigo. Seguro que en algún lugar nos encontraremos, Raúl. No creo ni espero que todo se termine así.
Ha sido un cruel año sin tí , Raúl y nos toca tirar hacia adelante aunque a veces nos preguntemos cómo.
Todos te recordamos y las pocas alegrías que pudieramos tener no son tan alegrías sin tí.
Sin tí se nubla la mayor parte de las cosas.
Hoy 15 de Junio, un ángel llamado Raúl Perales Medina hace un año que se fue a otro lugar y hasta que te encontremos seguiremos mirando al cielo y entre todas las estrellas estarás tú iluminando nuestras vidas e intentando guiarnos.
Raúl te echo mucho de menos, me siento muy sola sin tu compañía.
Un gran beso de tu cuñada Marian que no solo te recordará en un día tan triste como hoy, sino cada día de mi vida y así será hasta el día en que me reúna contigo.
TE QUIERO CUÑADO.